27 ene 2009

NOTA MUSICAL: LOS BATERISTAS SON COMO ATLETAS




Por Rudy Eres de Buenavida.com

Así lo asegura un estudio reciente, donde los científicos han descubierto que los bateristas de rock tienen la misma resistencia y energía física que cualquier futbolista de primera línea. Las pruebas que se realizaron incluyeron al veterano baterista de Blondie, Clem Buerke. Mientras Burke tocaba la batería le fueron conectados dispositivos para medir su respuesta física, descubriéndose que tras 90 minutos de estar tocando su ritmo cardíaco aumentó a 190 pulsaciones por minuto; según los especialistas, para llegar a este ritmo de exigencia física los bateristas deben tener una resistencia extraordinaria. Según Marcus Smith, el médico que dirigió el estudio y que además es especialista en medicina deportiva, un baterista que toca en un concierto de una hora puede quemar entre 400 y 600 calorías, la misma cantidad que quema un futbolista de primera división. Mientras que un empleado de oficina sólo quema 100 calorías por hora.

Según el doctor Smith, este descubrimiento sería una alternativa extraordinaria para desarrollar programas con niños que padecen de sobrepeso pero que no están interesados en los deportes. Generalmente a los niños les atrae mucho tocar una batería. Aunque los bateristas y los futbolistas ahora se parecen en su resistencia, dicen los investigadores que mientras un futbolista profesional rinde este desempeño una vez a la semana, los bateristas cuando están de gira deben hacerlo cada noche o al menos de cuatro a seis veces por semana. Se calcula que un futbolista profesional juega entre 40 a 50 partidos al año, mientras que un baterista como Clem Burke puede tocar conciertos de 90 minutos 100 veces en un año. De hecho el baterista de Blur perdía siete kilos cada vez que terminaba una gira con su banda. A partir de este descubrimiento, el doctor Smith planea continuar investigando y estudiando a otros músicos de alto rendimiento y de esta manera poder crear programas de nutrición para este tipo de músicos tal como actualmente se hace con los deportistas. Esta idea podría extenderse para ayudar a niños en edad escolar a quienes no les gusta el deporte incorporándolos a programas que tienen que ver con la música y obteniendo así los mismo resultados que si practicaran cualquier actividad física.


Neil Peart de Rush

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